AMOR
¿Cuántas veces has hecho algo, que realmente no te apetecía?
Has dicho que sí a planes, cuando querías estar en casa, pero… ¿cómo los vas a dejar tirados?
Has mantenido una amistad de la infancia, que ya no te aportaba nada, pero… ¿cómo vas a perderla después de tantos años?
Has empezado un curro, que no te molaba, pero… ¿no vas a aprovechar la oportunidad?
¿Y si supieras que todo es perfecto, hagas lo que hagas? ¿Tomarías las mismas decisiones?
A veces, solo es cuestión de escuchar tu cuerpo, alma o intuición, y decidir en función de si te mola la idea o no. Y si aparece ese ‘pero’, tacha lo que venga a continuación.
Porque tú, mejor que nadie, sientes qué es lo mejor para ti, aunque tu mente intente boicotearte.
Así que, cada vez que haya algo que ni fu ni fá o que ná de ná: para, respira, escúchate y haz lo que sientas, no lo que crees que se espera de ti. Porque si decides lo contrario, lo estarás haciendo por miedo.
De modo que, te invito a fluir con tu intuición, o como lo quieras llamar, y disfrutar de tomar una decisión por amor a ti. Es la mejor forma de estar alineada y en paz contigo misma.
¿Y tú?, ¿decides por miedo o por amor?